
Nuestra intención principal es divertirnos encima de nuestra bicicleta ¿no es así?, sí, claro, también nos gustaría ser más rápidos que nuestros amigos, pero ¿cómo te conviertes en un mejor ciclista?.
¡Hemos reunido ocho consejos prácticos para que lleves tu técnica de conducción y tus habilidades de MTB al siguiente nivel!.
1. Ten tu bicicleta a punto.
Es difícil concentrarse en el sendero cuando escuchas ruidos extraños provenientes de tu bicicleta. El mantenimiento básico de la bicicleta solo te lleva unos minutos y puede evitarte una caminata larga, o peor aún, un viaje a la sala de urgencias. Incluso si no puedes reparar tu bicicleta, revisarla te dará la oportunidad de llevarla al taller antes de salir al monte.
Revisa toda la bicicleta y busca cualquier cosa que esté desgastada, agrietada, rota o que simplemente no funcione bien. Recuerda que los problemas menores en casa pueden convertirse en grandes problemas en tu salida. Además, asegúrate de que la bicicleta esté configurada para adaptarse a ti. Una bicicleta demasiado grande o demasiado pequeña, o una tija que no está en su justa posición, por ejemplo, puede resultar incómodo y perjudicial.
2. Intenta salir con riders mejores que tú.
Esto no solo te ayudará a esforzarte un poco más, sino que también te ayudará a aprender algunos de los hábitos de conducción de las personas que lo han estado haciendo durante más tiempo. Observa cómo colocan sus cuerpos al subir o bajar una pendiente. Observa cómo se manejan en las secciones más técnicas, rocosas o llenas de raíces. Incluso te puede servir ver cómo reparan una rueda pinchada cuando están en medio de la nada, o como solucionan una cadena o patilla rota.
Estas valiosas habilidades se pueden adquirir fácilmente cuando se monta con otros riders. Siempre podrás encontrar gente nueva preguntando en tiendas o clubs locales.
3. Enfoca tu trazada.
Cuando estés en el sendero, mira hacia dónde quieres ir, especialmente en zonas con muchas raíces y rocas. Si miras hacia la roca o el árbol que estás tratando de evitar, probablemente acabes estampandote contra él. En cambio, si enfocas con antelación la trazada que quieres seguir evitarás sustos.
A esto se le llama fijar tu trazada. Hay una explicación complicada de por qué esto funciona, pero no te preocupes por eso, simplemente funciona. Siempre mira hacia adelante y encuentra la línea/trazada que deseas, anticipandote a los elementos y de ésta forma conducirás con más suavidad y seguridad.
4. Monta relajado.
Ya sea que estés montando una bicicleta rígida o con suspensión total, la mejor suspensión que tienes son tus brazos y piernas. Ponte de pie, relájate y permíteles absorber los baches y los surcos del camino. Una vez que aprendas a dejar que la bicicleta se mueva debajo tuya, podrás flotar sobre la mayoría de los obstáculos del camino.
También ayuda a relajar un poco el agarrarte bien al manillar. Asegúrate de sujetarlo firmemente pero sin pasarte. Un agarre excesivo con los nudillos blancos hará que tus antebrazos y manos se fatiguen antes y eso derivará en que sea más difícil tener el control de tu bicicleta.
5. Cadencia.
La cadencia, o la rotación de las bielas, es un aspecto muy importante del ciclismo. Los ciclistas profesionales dedican mucho tiempo a desarrollar una buena rotación. Si pedaleas en cuadrados o con movimientos bruscos hacia abajo, en realidad te estás desequilibrando y trabajando más. El giro no solo es más eficiente, sino que también ayuda a mantener la tracción en caminos sueltos.
La buena cadencia supone pedalear en círculos y estar en la marcha correcta. Si tienes una marcha demasiado alta, será difícil sobrepasar las cosas, y si está muy baja, acabará en un giro y/o una sacudida a la bicicleta.
Intenta combinar las marchas para mantener las mismas RPM de pedaleo, alrededor de 70 a 100, de esta forma tendrás mucho más fácil trepar y pedalear por secciones complicadas.
6. Usa los frenos correctamente.
Un mejor frenado permitirá un mejor control de la bicicleta. Muchos riders novatos piensan que solo hay dos posiciones de frenado: bloqueado y suelto. De hecho, con los frenos totalmente bloqueados tienes menos control de tu bicicleta.
Aprende a utilizar ambos frenos de forma eficaz. La mayor parte de su potencia de frenado proviene del freno delantero. Pero ten cuidado de no usarlo demasiado si vas cuesta abajo o en una curva, o te lanzará sobre el manillar o hará que tu rueda delantera acabe patinando. Se trata de moderación y modulación.
Al encarar una curva, frena antes de la curva, en lugar de hacerlo en el medio. Pronto podrás llevar más velocidad en los giros. Al descender, aprende a accionar los frenos para que no se bloqueen. No solo tendrás más control, sino que limitarás el deterioro del sendero.
7. Descubre nuevas rutas.
Una vez que hayas controlado tus senderos locales, aventúrate en los alrededores y explora otros nuevos. Los nuevos senderos y desafíos harán que montar en bicicleta sea más emocionante y te ayudarán a agudizar tus habilidades. Esta es la clave para convertirte en un ciclista completo.
8. Monta siempre que puedas.
Cuanto más tiempo pases encima de tu bicicleta, mayores resultados tendrás. Intenta moverte a todos los lados con ella. Esto te ayudará a reforzar tus habilidades de conducción mientras subes y bajas bordillos, esquivas baches y dejas atrás a los chihuahuas enojados. Una vez que puedas bajar fácilmente dos o tres escaleras, podrás acercarte a los obstáculos del sendero con un poco más de confianza.
Puedes leer sobre ciclismo todo lo que quieras, pero nada reemplaza el tiempo pasado encima del sillín. Así que, con esto en mente, prepárate, sal y rueda. Nos vemos en los senderos.